Mensajepor Metalbrain » 25 Ene 2013, 15:02
Yo creo que fue toda una serie de circunstancias. El formato .ZIP estuvo ahí en el sitio adecuado en el momento adecuado, como se suele decir. El ARJ tuvo su hegemonía entre los usuarios de DOS, ya que tenía como gran ventaja frente al ZIP el hecho de que tenía soporte multivolumen que permitía dividir los paquetes en varios disquetes, con autodetección de cambio de volumen. Por otra parte, la división en volumenes del formato .zip siempre ha sido o confusa o inexistente, con diferentes implementaciones en diferentes programas.
Pero el ZIP tenía la ventaja de que frente al ARJ, de que solía comprimir un pelín más, y en la época de los BBS, a los que se accedía pagando tarifas telefónicas, cada byte valía su peso en oro, por lo que el formato ZIP se ganó un mayor favor de los sysop (o como se llamasen los "bbsmasters" de aquel entonces), aparte del hecho de que el proyecto Info-zip con su creación de alternativas libres para el manejo del formato hizo que este se pudiese utilizar en cualquier sistema operativo, y fue adoptado por los Unix... Así que cuando llegó internet, y las BBS volcaron sus contenidos a la gran red... ¿adivinais que formato se convirtió rápidamente en el más popular?
Y por último, aparte de que la nueva generación de compresores sólidos encabezados por RAR empezaba a despuntar, el auge de las redes coincidió también con el auge de Windows, y la aparición de WinZIP (y luego WinRAR), y su popularización masiva sin que existiese algo parecido para el ARJ, terminaron de rematar la puntilla de su tumba.
Robert Jung, por cierto, le prestó más atención a la compresión sólida que a la GUI de Windows, e hizo un nuevo compresor con su nuevo formato llamado JAR (que utilizaba la extensión .J para no colisionar con los archivos de java) que pasó sin pena ni gloria.