La primera vez que vi un ordenador fue en una feria de la tecnología que había en mi ciudad. Había un Dragon (me acuerdo por lo que me moló el nombre en una época que pasábamos las tardes jugando al D&D) mostrando gráficas y eso me pareció lo más alucinante del mundo. Siempre digo que ese día decidí ser informático. Tuvo que ser sobre 1985.
Al poco tiempo empecé a ver Spectrum 48K en las tiendas y un primo mío se hizo con uno. Ese primo tuvo una fractura importante jugando al balonmano y se pasó tres meses escayolado y sin moverse mucho. Yo iba a menudo a su casa a pasar tardes con él y dedicábamos mucho rato a meter programas de las revistas y aprender a programar.
Ya en esa época convencí a mis dos hermanos pequeños de ahorrar para comprar un Spectrum, pero nuestro nivel de ahorro nunca llegaba a ser suficiente, mis hermanos acabaron hasta el moño de guardar todo el dinero que nos daban para un ordenador y mis padres, cansados ya de escuchar la cantinela del Spectrum, decidieron comprarnos uno ya en 1989. Tanto tiempo había pasado que al final en vez de un 48K lo que entró en casa fue un flamante Spectrum +3. Yo recuerdo ir a comprarlo con mi madre y que costó unas 30.000 pesetas en Galerías Preciados.
También compramos un disco con un pack de 8 juegos de Dinamic y un disco virgen. Esos 8 juegos los conozco como la palma de mi mano ya que a la hora de jugar eran "gratis" (es decir, cargaban al instante) y no como los de cinta.
También nos recorrimos muchos hindús (que eran los que vendían electrónica en Canarias) y nos agenciamos un televisor de 14' y un casette. Era mucho dinero para nuestra familia, pero mis padres ya tenían claro que eso era lo que yo quería estudiar aunque no entendían bien en qué consistía.
Recuerdo llegar a casa y montar el Spectrum y pasar horas flipando junto con mis hermanos, pero de repente nos pusimos a programar algo de lo que venía en el manual y nos dimos cuenta que habían tres teclas que fallaban. Nos quedamos a cuadros y esperamos a que estuviéramos en el coche para contárselo a mis padres, a lo que mi padre respiró profundo produndo y dijo: "¡¡Lo sabía!! No llevan ni un día y ya se lo cargaron".
Pero por supuesto llevamos el ordenador a la tienda y nos dijeron que lo arreglarían (obviamente era un fallo de fábrica). Pasaban los días y no nos daban noticias del arreglo por mucho que llamábamos y nos comíamos las uñas, así que mi madre (que menuda es) un día se fue al centro comercial y les montó tal bronca que le entregaron un +3 nuevo.
Es curioso porque tengo muchísimos más discos de +3 ahora que entonces, que sólo llegué a tener 3 al mismo tiempo: el de Dinamic, otro pirata con juegos de Opera que compré un tiempo después en el rastro y el disco virgen, pero siempre agradecí muchísimo el tener un +3 porque dediqué muchísimo tiempo a programar y tener el disco para guardar los programas era una gozada.
Desgraciadamente unos años después empezó a colgarse de forma esporádica pero cada vez más frecuente hasta que se hizo inutilizable. Ahí quedó aparcado el Spectrum sobre 1990/91 y estuvimos sin ordenador un montón de años hasta que gracias a otra historia también bastante intensa para nosotros pudimos comprarnos ya un 386DX a 40Mzh y SuperVGA... ¡vaya salto!
Precisamente este Spectrum +3
fue lo que me trajo por aquí en 2011 para tratar de arreglarlo y gracias a Macleod y su sistema de "rechuching" está otra vez en plena forma.