Servidor NAS inicial en 2014
En julio de 2014 decidí montar un equipo que funcionase como servidor de ficheros para el resto de PCs de mi red local, en vez que cada PC compartiese un puñado de directorios, y decidí centralizar todo en un solo sitio. Anteriormente otros amigos habían adquirido discos autónomos como un Western Digital MyCloud o NAS profesionales como un Synology de 4 bahías, pero el primero tenía muchísimas carencias en su firmware y el segundo se me iba completamente de presupuesto.
Por eso me puse a fabricar por piezas un nuevo PC en una "caja cubo" que ocupase poco espacio, tuviese un procesador mínimo que no se calentase, pudiese aguantar encendido 24x7 sin inmutarse, y sobre todo que fuese lo más silencioso posible. Para ello adquirí una caja Cooler Master Elite 110 por 37€, una fuente de alimentación be quiet! Pure Power modular de 430W por 55€, una placa base Asrock AM1B-ITX por 31€, un procesador Sempron 3850 por 34€, 4 GB memoria Kingston DDR3 1866 por 41€, un SSD Kingston V300 de 120GB por 59€ para albergar el sistema de arranque, y 2 discos mecánicos Seagate Barracuda 7200.14 de 2 TB por 74€ cada uno. Total: 405€.
Con la perspectiva de 10 años vista, un par de cosas destacan en la lista anterior: los bajísimos precios de placas base y procesadores susceptibles de montar un equipo mínimo de escritorio con los que poder realizar tareas básicas de ofimática (aún en los años siguientes podíamos conseguir un estupendo Athlon 200G por apenas 45 euros) y por otra parte los exagerados precios que todavía tenían los SSD para un tamaño ridículo. Para bien o para mal, las CPU baratas dejaron de fabricarse y nunca volverían, pero para compensar, los precios de los SSD cayeron en picado.
Como ya tenía material en particiones NTFS, preferí apostar por Windows 10, puesto que el soporte NTFS en Linux todavía no era 100% estable en aquella época y no quería riesgos innecesarios. Me vi tentado a adquirir un disco de 4 TB pero al final compré dos de 2 TB porque por entonces teníamos un miedo irracional a las particiones GPT, algo ya superado. Pasó un año, y aunque el NAS era más silencioso que mi equipo de trabajo en ese momento (un Intel i5-6500, 16 GB DDR4-3200, un WD Green de 1500 GB y un SSD Crucial MX300) pues en la quietud de la noche, se llegaban a oir los ventiladores y los discos. Así que volví a actualizar con un disipador Arctic Alpine M1, y 2 discos Seagate NAS de 2 TB y 5900 RPM:
Fueron pasando los años, cambié mi equipo principal a un Ryzen 5 4600G apenas inaudible y como uno se acostumbra rápido a lo bueno, pues el ya arcaico Sempron se quedaba una hora inaccesible cada vez que había una actualización fuerte de Windows, y aparte uno de los discos empezó a rascar demasiado cuando accedía a los datos. Había ido comprando unidades SSD Crucial MX500 de 2 TB cada Black Friday, y como AMD no terminaba de sacar nada interesante, en cuanto se anunció el Intel N100 decidí volver a migrar.
Intel N100: Rendimiento de sobremesa, corazón de portátil.
A finales de Junio de 2023, Asus y Asrock anunciaron placas MicroATX y Mini-ITX con el nuevo procesador Intel N100, y me empecé a interesar. El procesador N100 rinde tanto como un Intel i5-6500 de 2014, pero con un TDP de solo 6W que le permite funcionar apenas con un disipador pasivo. Lamentablemente la placa Mini-ITX de Asrock no traía un conector ATX que me alimentase los discos, iba solamente con transformador portátil externo de 19V y me trastocaba todo el invento que tenía montado dentro de la caja cubo.
Así que tuve que optar por la placa Asus N100I-D D4 que, aunque estaba ya disponible por toda Europa en Julio, aquí en España ni en Julio, ni en Agosto ni en Septiembre... solo aparecía desde Reino Unido a precios exagerados de 130€ + 20€ de portes + impuestos de importación extracomunitaria. El precio estándar en Alemania o Austria andaba por 104€, mientras que en Chequia o Eslovaquia estaba en 90-95€. Lamentablemente fui incapaz de encontrar tiendas checas o eslovacas que sirviesen a España, subieron los precios y al final tuve que tragar con Amazon Alemania a 112€+ 7€ de portes.
Mientras tanto había ido comprando el resto de piezas. Aprovechando una oferta, para los sistemas operativos escogí un SSD NVMe Kioxia EXCERIA PLUS G2 de 500 GB por 25€, para instalar un W10, un W11 y un Linux Manjaro manipulando las particiones con DiskGenius. Es una unidad que aguanta 3400 MB/s de lectura y 3200 MB/s de escritura, aunque como la interfaz M.2 del chipset N100 en esta placa solo tiene 2 líneas PCIe 3.0 en vez de 4, lamentablemente el cuello de botella se queda en 2000 MB/s...
Como la placa solo tiene un único zócalo SO-DIMM DDR4, no he podido aprovechar memoria que tuviese por aquí, así que me decidí a comprar un módulo Crucial PC4-25600 de 16GB DDR4-3200 CL22 por 32€ que sale a 2 euros por GB, qué se le va a hacer. Tampoco me quería gastar más en un equipo que ni siquiera va a activar Dual Channel.
El problema de esta placa, como alguno habrá podido observar, es que solo tiene un conector SATA. No está diseñada para lo que yo quería hacer, así que te tenido que poner una controladora SATA independiente. Estuve investigando en foros, y resulta que la mayoría de controladoras traían chipsets de Marvell que dan muchos problemas. La controladora Marvell 88SE9215 era bastante peor porque su interfaz era PCIe 2.0 con la mitad de ancho de banda y al final me decidí por una controladora PCIe 3.0 x1 SU-SA3034A basada en el chipset ASMedia 1064 con 4 puertos SATA por 29€. Más fiable era una controladora PCIe 3.0 x2 como la ASMedia 1164, pero la placa no contaba con ranuras de ese tamaño.
Como esta placa no me proporciona un zócalo x4, tengo que tragar con una interfaz PCIe 3.0 x1 que generará sí o sí cuellos de botella, ya que solo tengo un ancho de banda de 1 GB/s a repartir entre 4 discos. Si el acceso es a uno solo, no hay mayor problema. Una copia de uno a otro, aún proporciona una velocidad de 450 MB/s similar al SATA, pero lo que iba a ser imposible es montar un esquema RAID. Menos mal que mi intención es trabajar con un esquema de discos independientes (JBOD).
Me puse a montar el equipo ya a finales de septiembre, muy a mi pesar con el curso recién empezado. Tras el jaleo de instalar los 3 sistemas operativos que me llevó un finde entero, pude hacer unas mediciones de velocidad: 1774 MB/s el acceso de lectura al NVMe y 564 MB/s el acceso a un SSD SATA.
Como las temperaturas a final del verano seguían siendo altas y en la habitación seguía habiendo 27 ºC, pues el micro se ponía a 55 grados si se le metía caña al equipo. Aunque está dentro de los parámetros de uso, no me hacía ni pizca de gracia, y encargué un ventilador be quiet! Pure Wings de Ø 92 mm para colocarlo horizontalmente sobre el disipador, que me salió por 9€ y tardó 8 días. Podemos ver que con una temperatura ambiente de 20 ºC, la placa se mantiene en 24 ºC, la CPU en reposo a 27 ºC y el NVMe que recibe ventilación directa, se queda también en 24 ºC. Total sin discos: 214€.
Este equipo estaba destinado a un uso muy puntual, de ahí tanta parafernalia, pero el procesador Intel N100 es más común encontrarlo en Mini-PC chinos que ocupan apenas 15x15x5, y tienen un precio que ronda entre los 200€ y los 300€. La GPU integrada en el micro es una Intel UHD 770 con 24 unidades de ejecución, aunque a 750 MHz, y sería capaz de mover juegos de aproximadamente 8 años, además de la emulación de cualquier consola anterior.
Este vídeo nos ofrece un resumen de sus posibilidades:
BlackHole, me has creado una necesidad, ke lo sepas 
