Paciente: Xbox One (el primer modelo, disco duro de 500GB) que se apaga cuando intentamos encenderla. Ocasionalmente, tras varios intentos, arranca y llega a mostrar el logo, pero se apaga en seguida.
Lo habitual ante estos síntomas es comprobar la integridad del disco duro, que el táctil del panel frontal de la consola no esté forzando el apagado de forma aleatoria y/o sustituir la placa de encendido donde se enchufa ese panel frontal. En este caso, sin embargo, nada de eso tiene que ver con el problema.
Levanto el disco duro y me encuentro esto, junto a los condensadores electrolíticos de la esquina superior derecha. Parece que uno de ellos se ha derramado:

Levanto el condensador sospechoso:

Limpio bien la placa y sustituyo el transistor U8B3 y el condensador C8B11, y ya por inercia todos los electrolíticos de ese lado. Los pads de U8B3 y C8B11 están en muy mal estado, pero rascándolos consigo quitar todo el estaño podrido que tenían y puedo volver a soldar en ellos.

El resultado no tiene mala pinta, hay continuidad donde debe y las resistencias cercanas miden bien. Así que pruebo a arrancar la consola de nuevo, consigo que llegue hasta el menú, meto un juego... y se apaga a los pocos segundos.
Decido seguir explorando la placa, y le pregunto a un compañero que se ha peleado bastante con las One. Me sugiere que mire los transistores que están justo en la otra cara de la placa (U2N3, U2N4) y las resistencias asociadas, que compare mediciones entre sus patillas con los de otra placa. Así descubro que uno de los transistores está abierto, que está totalmente muerto. Cambio los dos. Las resistencias miden bien.

Conecto de nuevo la consola y ahora arranca a la primera, llega al menú limpiamente y consigo cargar un FIFA. Lo configuro para que el sistema juegue un partido contra sí mismo, y al cabo de un rato el chisme se apaga :__(
Me van quedando pocas opciones, aunque tengo la impresión de que ahora el problema es de sobrecalentamiento. Decido levantar el disipador, y ahí me encuentro esto:

No sé si ha escurrido líquido desde fuera y se ha condensado ahí, o si el gas que sospecho que contienen los tubos naranjas del disipador se ha salido y ha provocado el desaguisado. El disipador en sí huele raro, a algo químico. Cambio la pasta del procesador, pongo otro disipador, ¡y ya lleva más de una hora encendida, con varios juegos, sin apagarse! :-D
No creo que sea una avería que se vaya a replicar en otra consola, pero comento aquí la reparación para animar al personal a perseguir el/los fallo/s. ¡A veces hay suerte! :D