Más tarde pillé mandos y juegos, y aunque su catálogo de juegos no me apasiona, le tengo cierto cariño. Nunca la he exhibido mucho porque tenía un aspecto lamentable...


...y no me decidía a hacer algo con ella, si pintarla o aclararla. No me gusta darles a las consolas con peróxido de hidrógeno porque el plástico se vuelve muy quebradizo, no sé si por la acción del compuesto o por el calor al que se somete luego el material al ponerlo al sol o al exponerla a la lámpara de ultravioleta.
En este caso, como no sabía cómo lidiar con la pintura y el logo en el frontal, me decidí por el agua oxigenada y la lámpara de ultravioleta. Es cierto que han salido varias rajas y que es posible que el aclarado se revierta con el tiempo, pero ahora mismo la pobre ha quedado presentable:

A la parte de arriba le ha faltado alguna sesión más, pero le noté dos rajitas en la zona de la bisagra de la unidad óptica y así se queda :_D